No te dejes engañar

Hemos comenzado esta travesía que le han puesto por nombre 2020. Es el año que como algunos han apuntado, da la buena idea de considerar cuál es la visión que tenemos para alcanzar metas.  Es ideal al partir de la premisa del concepto de tener visión 20/20. Por otro lado, es un año bisiesto. Un caso particular porque tenemos 366 días en vez de 365. Con ello, habrán juegos olímpicos y elecciones generales para escoger un nuevo gobernante en Puerto Rico y los Estados Unidos. Más que un año, es el cierre e inicio de un nuevo ciclo que demanda visión y enfoque.

En nuestra Isla borinqueña, celebramos la tan aclamada festividad del Día de Reyes. Las familias se reúnen y con la tradición más extraordinaria de la época, los niños recogen grama para los camellos. Su fin es recibir obsequios. En el caso de los magos del Oriente, su intención era la adoración. Entendían que a base de lo que habían estudiado, había nacido un rey y querían adorarlo. Para eso, había que recorrer una distancia para el encuentro con el rey que había nacido.

En nuestro entorno, esto nos supone examinar quiénes somos nosotros. En la búsqueda de metas, resoluciones y proyectos que queremos alcanzar, estamos en un recorrido. Ese camino revela nuestro corazón. En nuestro caso, no somos reyes, como destaca la tradición, pero sí estamos en el proceso de mostrar sabiduría sobre la visión que tenemos de la vida.  El consejo bíblico destaca: “No te creas demasiado sabio; honra al Señor y apártate del mal: ¡Esa es la mejor medicina para fortalecer tu cuerpo!” (Proverbios 3:7-8, DHH).  Este es la gran prueba en el proceso de la travesía. El dilema está en creernos que sabemos cómo hacer y lograr lo que queremos, sin tener la humildad de buscar dirección.

Según el texto bíblico de Mateo, en su camino se encuentran con Herodes, quien mostró una aparente intención de adoración al niño. Al leer el relato, sabemos que sus intenciones eran otras. Herodes no quería adorar y mas bien quería engañar a los sabios del Oriente. Nos queda ser humildes, sensibles y prudentes ante quienes intenten sonsacar nuestro corazón en este año. Las palabras con las cuales se nos acerquen podrían mostrar corazones disfrazados de humildad cuando encubren engaño. En este caso, los magos decidieron ignorara las palabras de una persona poderosa como Herodes, lo que presentaba un gran riesgo. Sin embargo, prefirieron obedecer a Dios  antes que a los poderes ególatras de la tierra.

Seguir a Dios, muchas veces requiere ignorar la voz de quienes están disfrazados de piedad. Es llevar a cabo el discernimiento de lo que Dios nos quiere llevar a encontrar. En un año que habrá muchas ofertas de gobernanza y promesas en las cuales muchos se autodenominarán escogidos para llevarlas a cabo.  Nos toca no creernos sabios en nuestra propia opinión y buscar donde está la voz de Dios para tu vida.

Nos toca adorar y con esto, tener la confianza de que Dios nos dirigirá hacia la dirección que debemos tomar.  Nuestro propósito no está en el palacio de Herodes, sino en reconocer dónde está Dios, aun si eso choca con la visión de los criterios de este mundo. Vamos. Transitemos los espacios que Dios nos dirija y permitamos que Él nos indique el rumbo de este tiempo.

 Bendiciones,

 Rev. Eliezer Ronda Pagán