Eliezer Ronda

El envío sin viralizar

El envío sin viralizar

Jesús nos envía a compartir nuestra vida desde nuestras heridas y no desde nuestras garantías de comodidad. El fruto de la paz ocurre en el sembradío de la esperanza en medio del conflicto humano. El llamado a compartir debe ser uno acompañado de sentir con el corazón de Dios.

Mariposas en la barriga

Mariposas en la barriga

Sabemos que estar “enamorado” no necesariamente es amar. Mas bien es ese proceso de infatuación que con pasión irracional nos domina. Si ciertamente no invalidamos que el romance nos lleva al amor, debemos ser cautelosos en no reducir el amor a esas sensaciones. Si tales sensaciones no maduran, se tornan obsesivas y lejos de ser factores de sanidad, se forman en espacios de invasión a la dignidad del otro.

En el prólogo del 2019

En el prólogo del 2019

El llamado de hoy para un nuevo año es ser como los sabios de Oriente, que transitan los caminos de la vida con el fin de encontrarse con el Rey que ha nacido para ser distinto. El llamado no es a despreciar lo viejo. Es mas bien a arrancar las costumbres que envejecen la vida y buscar la ternura de dar como los niños que anuncian una vida nueva. Que este nuevo año podamos ser una iglesia abnegada que da sin mirar a quién. Solo así nuestro libro apuntará a la autoría de la vida en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Un año que viene y otro que se va

Un año que viene y otro que se va

Si afirmamos que el evangelio es calidad de vida que se extiende hacia aquel que ha sido señalado como una no persona en relación a donde nació, cuanto tiene, que estudió, cuál es su vivienda, entre otras cosas; no podemos hacer de un nuevo año algo tan trivial como que apunte a resoluciones que meramente me beneficien y dejen a un lado a los demás. El evangelio nos obliga a mirar para el lado y ponernos a un lado para darle a los demás respeto y valor. Sólo en la medida que decidamos responder en lo que es ser iglesia nos llevará a una quehacer sintonizado con la agenda de Dios. 

La presencia que supera la ausencia

La presencia que supera la ausencia

La pregunta obligatoria sería: ¿Es la paz el resultado de la ausencia o mas bien de la presencia? Creo con todo convencimiento que la paz es mas bien el derivado de la presencia de aquello que nos hace sentir esperanzados, gozosos y amados. No puede haber paz cuando hay desesperanza, desconsuelo y odio en el corazón. En ese caso, la paz tiene que ver con lo que se hace palpable cuando pensamos que no hay posibilidades.

El regalo del recuerdo

El regalo del recuerdo

La Navidad es la expresión de cómo Dios recuerda al ser humano y propone una nueva manera de ver la vida. Es la forma de poner de manifiesto que estamos en el recuerdo de Dios porque nos ama. En la Navidad hacemos memoria de las cosas que hemos pasado y de igual manera, debemos hacer memoria de lo que ocurrió en Belén. Allí, nació.  Donde no pareciera que había lugar para una pareja de jóvenes que buscaba como lograr un mejor bienestar, ocurrió el milagro de la vida para todos.

La actitud en la gratitud

La actitud en la gratitud

 En estos días nos sentamos a la mesa para “agradecer” con despliegues exorbitantes de comida y festejo. Otros, irán a madrugar a comercios que con precios rebajados por pescar el oportunismo de la mercancía de la posesión, echan a perder la esencia de lo que es la gratitud. Allí entre empujones, gritos, carreras y trucos de obtener, caemos en la falsa gratitud por ostentar. Olvidamos, que en la cena de Jesús, la gratitud al compartir el pan y la copa, era la oportunidad de un nuevo pacto. Es la convocatoria de perdonar, sanar y restaurar quienes nos pudieran traicionar.