Lectura día 5: Nuevas promesas [Escrito por Taly Cordero]

5 “En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y los dos eran de edad avanzada. Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el santuario del Señor para quemar incienso. 10 Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando” (Lucas 1: 5-10).

La llegada de la Navidad es un evento muy esperado por muchos durante todo el año. No hay época más hermosa. ¡El Salvador del Mundo nació! Su nacimiento es el eje principal para el final y comienzo de cada año. ¡Qué obra maestra la de Nuestro Dios!

La llegada de Jesús trajo gozo, alegría, promesas y nuevos comienzos. Esta fue la experiencia de Elizabeth y Zacarías previo a la llegada de Jesús…

13 “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento” (Lucas 1:13-14)

Un nuevo comienzo para la vida de Elizabeth y Zacarías, ambos ya de edad avanzada y sin posibilidades para procrear un hijo. Todo enmarcado en el plan maravilloso de Dios para salvar a la humanidad. El hijo de esta promesa sería quien prepararía el camino para la llegada de Jesús a la tierra y todo esto les traería gozo y alegría.  Esta promesa de gozo se cumplió.

¿Has experimentado el gozo que trae recibir a Jesús como Salvador y Señor de tu vida?  En 1975, cuando cursaba el séptimo grado, me topé con una maestra de matemáticas, quien reflejaba un gozo contagioso. Siempre estaba sonriendo y compartiendo las Buenas Nuevas de Salvación. Fue ella, la hna. Fini de León, el Zacarías que el Señor utilizó para preparar el camino para mi conversión a Cristo. Un nuevo y definitivo comienzo que me llenó de gozo, paz y plena confianza de que Él estaría conmigo todos los días de mi vida y así ha sido hasta hoy.  Ninguna tormenta, circunstancia o enfermedad me ha podido apartar de Su Amor.   

La obra maravillosa de Jesús en nosotros continúa trayendo nuevos comienzos. El gozo es el resultado de la fe y esperanza en el poder y el amor de Jesús. Es tiempo de prepararnos para celebrar del nacimiento de Jesús.  Es, a la vez, el tiempo de afirmar nuestra esperanza de que ÉL viene otra vez.

 “Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo” (Lucas 2:1).

 Jesús sigue siendo la Esperanza que viene acompañada de Gozo. Decide experimentar el gozo del Señor no solo en este tiempo de Navidad sino por siempre.  Es sencillo, abre tu corazón y recibe a Jesús en él. Dios te promete nuevos comienzo y no te soltará de la mano.  

 

Dios te bendiga.

Carmen Y Cordero (Taly)