Acción de Gracias

Le sirvo al Dios de salvación

Le sirvo al Dios de salvación

“Hoy vivo agradecida de la salvación que Dios me dio. Fue la base para que yo mantuviera la paz mientras esperaba por mi sanidad.  Esa misma fe, la cual está basada en la salvación que Dios me dio, es la que me servirá para enfrentar las próximas experiencias de la vida y sé que, de la misma forma que lo hizo cuando estaba delicada de salud, Él me salvará otra vez”.

La vida despúes de la vida

La vida despúes de la vida

“Aquí Jesús nos invita a reflexionar sobre el hecho de que al vivir con Él en nuestro corazón tendremos victoria garantizada desde el cielo, o en el cielo. Cuando morimos “en Cristo” entramos a lo que el teólogo NT Wright le llama “la vida después de la vida”.

¡Albricias!: Todo está cumplido

¡Albricias!: Todo está cumplido

“Ese grito de victoria, “Consumado es”, nos da a conocer que Jesús entendía haber completado el propósito de Dios con su vida, y su muerte. Para él, morir para cumplir la voluntad de Su Padre fue ganancia”. 

Jesus, yo también tengo sed

Jesus, yo también tengo sed

“El Jesús humano que pronuncia su sed física se hace solidario desde la cruz y desde la resurrección, contigo y conmigo; en nuestra sed espiritual, anímica y social, provocada por un virus, que nos ha impuesto una nueva rutina de vida con dolor y angustia, como compañía”.

La tensión de ser y hacer comunidad

La tensión de ser y hacer comunidad

“La realidad es que sabemos que podemos estar en la comunidad, pero no necesariamente vivir en comunidad. De igual manera, es probable que podamos vivir en comunidad entre quienes compartimos las mismas ideas, pero no necesariamente estar en la misma comunidad”.

Llegó el agua

“Nuestro anhelo es decirte que Jesús es la fuente de vida y que tiene agua para ti. No hay por qué quedarse sediento ante la oferta de agua que hidrata el corazón. No vivas desesperado. Llegó el agua y con ella tu sed es abastecida”.

La actitud en la gratitud

La actitud en la gratitud

 En estos días nos sentamos a la mesa para “agradecer” con despliegues exorbitantes de comida y festejo. Otros, irán a madrugar a comercios que con precios rebajados por pescar el oportunismo de la mercancía de la posesión, echan a perder la esencia de lo que es la gratitud. Allí entre empujones, gritos, carreras y trucos de obtener, caemos en la falsa gratitud por ostentar. Olvidamos, que en la cena de Jesús, la gratitud al compartir el pan y la copa, era la oportunidad de un nuevo pacto. Es la convocatoria de perdonar, sanar y restaurar quienes nos pudieran traicionar.